Desde 2019, Financiera Auxi, S.A. de C.V., Sociedad Financiera Popular (Sofipo), regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ha operado con serias irregularidades y problemas financieros estructurales. Su situación ha escalado hasta comprometer la seguridad de los ahorradores, quienes enfrentan el riesgo inminente de perder sus recursos si no están protegidos por el Fondo de Protección.
Indicadores Críticos: Una Institución al Borde del Colapso
Los números son alarmantes: Auxi tiene un capital contable negativo de -$9.7 millones de pesos, una condición que, según la Ley General de Sociedades Mercantiles, debería provocar su disolución. Sin embargo, la institución continúa operando, y su Nivel de Capitalización (NICAP) ha sido negativo por más de 14 meses consecutivos, alcanzando hasta -104,644.5%, un indicador que en cualquier circunstancia justificaría la revocación de su licencia bajo la Ley de Ahorro y Crédito Popular.
Además, la liquidez de Auxi está en niveles insostenibles. Por cada peso que debe pagar a ahorradores y acreedores en el corto plazo, apenas tiene 14 centavos disponibles. Esto se traduce en una incapacidad para cumplir con los retiros de los clientes, afectando tanto los rendimientos como los ahorros de quienes confiaron en esta Sofipo.
Prácticas Cuestionables y Falta de Supervisión
El deterioro financiero no es el único problema. Existen reportes que apuntan a la implementación de mecanismos para desviar recursos a través de gastos administrativos inflados. Según los datos, la relación entre gastos de administración e ingresos de cartera ha empeorado drásticamente, pasando de 4.71 en diciembre de 2023 a 5.67 en agosto de 2024. Esto significa que por cada peso generado en ingresos, se gastan 5.67 pesos en administración, una proporción insostenible que está drenando los recursos de la institución.
Estos pagos excesivos habrían sido canalizados hacia empresas vinculadas o relacionadas, lo que permite a los accionistas retirar recursos que no corresponden a su capital, sino a los ahorros de los clientes. Según fuentes internas, este esquema solo puede sostenerse extendiendo los plazos de operación, algo que, según denuncias, ha sido facilitado por Ana Laura Hernández Flores, responsable de la supervisión de Auxi en la CNBV. Se acusa que Hernández ha recibido incentivos fuera del marco legal para permitir que esta situación persista, en beneficio de los accionistas y en perjuicio de los ahorradores.
Impacto en los Ahorradores y Urgencia de Acción
La combinación de una solvencia inexistente, un modelo de negocio insostenible y la aparente complacencia de las autoridades regulatorias, coloca a los ahorradores en una posición extremadamente vulnerable. En caso de una crisis mayor, los fondos no protegidos podrían quedar irremediablemente perdidos.
La CNBV, como principal autoridad supervisora, enfrenta serias críticas por permitir que una Sofipo con indicadores tan negativos siga operando. Este caso no solo pone en riesgo a los clientes de Auxi, sino que también cuestiona la eficacia del marco regulatorio para prevenir y sancionar este tipo de irregularidades.
Un Llamado a la Transparencia y la Supervisión Efectiva
Es fundamental que las autoridades actúen con celeridad para proteger los recursos de los ahorradores. Se requiere una intervención inmediata que evalúe la viabilidad de Auxi, sancione las prácticas irregulares y, si es necesario, proceda a la revocación de su licencia.
La confianza en el sistema financiero depende de la transparencia y la estricta supervisión de sus instituciones. Financiera Auxi es un caso emblemático que debe abordarse con firmeza para evitar que esta crisis se convierta en un precedente dañino para el sector.