Jonás Sandoval, ex director del agua en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México, escribió una columna en el Heraldo de México, donde habla de todo lo que envuelve a un municipio y las acciones que se deben realizar en beneficio de los ciudadanos.
Te presentamos la columna: De acuerdo al INEGI (Censo de Población y Vivienda. 2020), nuestro país tiene una población que supera 126 millones de personas, todos aspiran recibir bienes y servicios de los tres niveles de gobierno, ya que son necesarios para la satisfacción de sus necesidades; he observado que la atención de los medios, instituciones educativas, académicos y quienes damos seguimiento a la vida pública del país, se concentra en las acciones y responsabilidades que corresponden a la federación. Sin embargo, es a los estados y sobre todo a los municipios a los que debemos poner mayor atención.
El artículo 115 de nuestra Constitución reconoce al municipio libre como la base de la división territorial, de organización política y administrativa de los estados, asignándoles dentro de su competencia la atención de lo relacionado con el suministro de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales; alumbrado público; servicio de limpia, recolección, traslado, y disposición final de residuos; mercados y centrales de abasto; panteones; rastro; calles, parques, jardines y su equipa- miento; seguridad pública, policía preventiva municipal y tránsito.
El nivel de proximidad de la acción gubernamental municipal se vuelve esencial, todos los días los ciudadanos requieren agua potable, más en estos días en que debemos reforzar las acciones de higiene. También se vuelve relevante contar con un servicio de limpia eficiente, alumbrado público que va de la mano con el mejoramiento de la percepción de seguridad y que fortalece el actuar de los cuerpos de policía.
De igual forma, son responsables de garantizar que los ciudadanos cuenten con calles para transitar, áreas verdes como espacios de esparcimiento; deben vigilar el funcionamiento de los mercados públicos, centros de abasto y rastros donde se comercializan los alimentos; promover y facilitar la actividad económica en los sectores industrial, comercial y de servicios, a fin de que el sector privado genere empleos y riqueza para los gobernados.
Parecieran simples las obligaciones municipales, pero su correcta ejecución representa un reto mayúsculo, por lo que se debe escu- char a la gente para construir en conjunto una alianza ciudadana como elemento indispensable para garantizar la gobernabilidad.
Sin embargo, la propia realidad que viven los 2,469 municipios del país, hace que cada uno de ellos las atienda de forma diversa, y es distinto el nivel de satisfacción que sus habitantes tienen, ya que no es la misma problemática que tiene Ciudad Juárez, en Chihuahua, con 1,391,180 habitantes, o Yogana, en Oaxaca, con 1, 264 habitantes; o mi municipio, Tlalnepantla de Baz, Edomex con 700,734.
Este amplio universo de funciones y servicios municipales que deben proveer, lo complejo que resulta dar seguimiento a 2,469 entes públicos, cuyas acciones impactan a más de 126 millones de personas, hacen indispensable estudiar y opinar en forma permanente sobre la vertiente municipal de la gestión pública.
